jueves, 17 de enero de 2013

En el Hogar Municipal de Ancianos de La Cumbre

Hace ya un año que visitamos a los adultos mayores residentes en el Hogar Municipal de La Cumbre, provincia de Cordoba.
Vamos con mi amiga Gabriela, nuestros hijos y amigos.
La visita semanal se ha convertido en una actividad mas de nuestras semanas y asi hemos construido un vinculo que fue modificandose y creciendo con cada uno y todos de los integrantes del hogar.
Cada uno de ellos y ellas es una historia viviente. Les gusta contar sus experiencias vividas, algunas muy lindas y otras muy duras. Tal vez lo mas duro que tengan que afrontar sea el hecho de que  muchos de los abuelos y abuelas has sido olvidados por sus propias familias. Las causas son diferentes y no intentamos juzgarlos de ninguna manera.Asi descubrimos que nuestra presencia suplia de alguna manera ----- y mas de lo que nosotras nos dabamos cuenta --- esa ausencia de afecto tan grande y tan extendida en el tiempo. tambien es notable la diferencia de los adultos mayores que si son visitados , contanidos, acompañados por sus familiares y amigos. Se mantienen mejor fisicamente, mas arreglados en su vestimenta y mas predispuestos a compartir una charla.

Nuestra expectativa al principio era muy simple, queriamos compartir una charla, un mate cocido, casi sin esperar a veces que nos hablen, en alguno de los casos mas complicados de imposibilidades fisicas o psiquicas.
Luego vimos avances en varios de ellos y ellas y comenzamos a pensar en todo lo que se podia hacer. Nada muy complicado, les cuento tan solo llevando una pelota de plastico y tenerla o pasarla de uno a otro , ya les arrancaba una sonrisa y a nosotras se nos llenaba el corazon de alegria. Que con tan poco se lograra tanto..

A medida que llegan los cumpleaños los festejamos a todos con cosas muy ricas, tambien festejamos navidad y año nuevo, esos dias que tal vez son mas dificiles o nostalgicos en el silencio de los interminables y rutinarios dias del hogar. 

Y tambien compartimos unos minutos esas tardes con las personas que trabajan en el hogar cuidando incansablemente a los residentes. Las admiramos y acompañamos en ese corto rato de nuestra visita dentro del interminable esquema de tareas sin fin, dis y noche continuado.

y si ha pasado que no podemos ir un sabado les avisamos de antemano, ya que sabemos que esperan el sabado para charlar, jugar y tal vez salir a dar una vuelta.


Maria Isabel Giordano.
Profesora de Plástica.
Programa Nacional de Cuidados Domiciliarios

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